Polo Energético.
La Argentina tiene todo el potencial para convertirse en el motor económico regional de los próximos 50 años. Es la tercera economía de América Latina en términos de PBI (Después de Brasil y México). A su vez es el octavo país en el mundo en términos de extensión territorial y cuenta con una inmensa cantidad de recursos naturales: 53% de tierra apta para la agricultura, abundantes reservas de petróleo, gas, minerales y agua; y cuenta además con condiciones optimas para el desarrollo de energías renovables tales como la energía solar, eólica, biomasa, entre otras.
Adicionalmente, la Argentina cuenta con los mejores indicadores regionales de Desarrollo Humano y Educación. Y principalmente, después de años de desidia y desinversión se presentan oportunidades de inversión en casi todos los sectores estratégicos a lo largo y lo ancho de nuestro país. En ese abanico de oportunidades, Tucumán tiene por delante responsabilidades y desafíos enormes de cara a las próximas décadas para generar crecimiento económico sustentable. [1]
Tucumán hoy tiene 2 grandes polos, el sucro-alcoholero (azúcar alcohol) y el Cítrico (limón), la idea es desarrollar un gran tercer polo basado en la energía. Desde Impulso Norte desarrollamos iniciativas estratégicas para optimizar todos los recursos de Tucumán y sus alrededores.
Desarrollo de valor agregado para el Litio en Tucumán.
En un mundo que se apoya cada vez más en la electricidad y en la electrónica para resolver sus problemáticas y sus demandas, la acumulación de energía se torna una cuestión relevante en busca de soluciones eficaces. Dos “revoluciones tecnológicas” significativas, una ocurrida desde las últimas tres décadas en microelectrónica personal portable, y otra comenzando en la actualidad con la potenciación de vehículos eléctricos de uso masivo, están acelerando el paso en la producción de conocimientos, desarrollos e innovaciones en acumulación portable.
El litio, que ya superó a otros compuestos en prestaciones electroquímicas y que mantiene la primacía en cuanto a seguridad de manipulación y costos sistémicos, se impone como el protagonista de ambas “revoluciones”.[2]
Este auge en torno al litio resultará significativo no sólo desde el punto de vista tecnológico, social y ambiental, sino también desde lo económico, en especial para países como los nuestros donde las reservas de este mineral son abundantes. En este aspecto, los territorios al noroeste de Argentina junto a la región vecina en los países de Chile y Bolivia contienen en los salares ubicados dentro de sus fronteras importantes reservas de litio contenida en salmueras subterráneas, las cuales se estiman en más del 60% de las reservas mundiales de litio. Para el Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología, e Innovación, si bien las ventajas de localización que estas reservas para la Argentina y sus vecinos, en dicho marco, son un claro beneficio a priori, queda en las políticas y las regulaciones que cada Estado se plantee adoptar en pos de poder aprovechar y maximizar los beneficios de la mejor manera respecto al desarrollo económico y social que su explotación puede implicar, para evitar la trampa histórica de insertarse en la economía mundial como un simple extractor-exportador.
Desarrollo del negocio de biomasa.
La biomasa es una de las fuentes de energía renovable más confiable, es constante y se puede almacenar, facilitando la generación de energía térmica y eléctrica. En virtud de sus extraordinarias condiciones agroecológicas, y las ventajas comparativas y competitivas de su sector agroindustrial, Argentina, es un gran productor de biomasa con potencial energético. La energía derivada de biomasa respeta y protege el ambiente, generando nuevos puestos de trabajo, integrando a comunidades energéticamente vulnerables, reduciendo la emisión de gases de efecto invernadero, convirtiendo residuos en recursos, ahorrando miles de pesos en combustibles fósiles, movilizando inversiones, y, promoviendo agregado de valor y nuevos negocios.[3]
Debido a la cantidad de biomasa que genera Tucumán principalmente por la caña de azúcar, existen posibilidades relevantes de crecimiento alrededor de la misma.
Desarrollo de energía solar e hídrica.
El recurso solar en el Noroeste de la Argentina es tan abundante que potencialmente podría abastecer a toda la demanda de energía eléctrica del país. La energía solar se puede aprovechar de dos maneras: como energía solar fotovoltaica, por medio de paneles solares que transforman la luz del sol en corriente eléctrica; y como energía solar térmica, empleando dispositivos que concentran la radiación solar para calentar agua, que se puede usar para cocinar, proporcionar calefacción o mantener la higiene. La concentración de los rayos del sol también puede ser usada para generar electricidad. En ese caso, se calienta un fluido que, al producir vapor, mueve unas turbinas acopladas a generadores eléctricos.[4]
Desde Impulso Norte buscamos promover y desarrollar proyectos de energía solar, tanto fotovoltaica como termoeléctrica, y las industrias locales asociadas, para contribuir a una matriz energética más diversificada y limpia, y contribuyendo a asegurar el abastecimiento futuro con fuentes de energía inagotables.
En el marco del desarrollo de las energías limpias de fuentes renovables, el impacto de la instalación de una planta de energía fotovoltaica sobre el ambiente es mínimo ya que el recurso utilizado para la generación de energía no produce efectos nocivos sobre el mismo. [5]
Tucumán tiene uno de los mejores índices de luminosidad del mundo, esto permite generar energía solar a gran escala. Lo mismo sucede con las grandes obras hídricas que se proyectan en la provincia como Potrero el Clavillo y El Naranjal.
La estimación de la generación de empleo para el universo de proyectos que se instalarán en la Argentina durante los próximos años (Programa RenovAr y MATER), permite arribar a las siguientes conclusiones:
- Actualmente, el programa RenovAr y MATER contribuye a la generación de empleo con más de 5.000 nuevos puestos de trabajo y se estima que alcanzará aproximadamente los 17.500 en los próximos dos a tres años. [6]
De los 17.446 empleos proyectados para toda la Argentina, el 25% corresponde a empleos en la región Noroeste de Argentina principalmente provenientes de proyectos de energía solar.
De acuerdo con el informe “Generación de Empleo, Energías Renovables” de la subsecretaria de energías renovables dependiente del Ministerio de Energía de la Nación, la estimación de generación de empleo en el sector de las energías renovables en la Argentina se acoto únicamente al empleo directo generado por el programa RENOVAR y MATER. Si tenemos en cuenta el empleo asociado a los otros eslabones de la cadena de valor, como la fabricación y distribución de equipos, el impacto del sector de energías renovables en el empleo seria mas que significativo.
Energías alternativas sucro-alcoholera.
Proyectos de Vinaza para la generación energética.
La vinaza es un líquido derivado de la destilación del vino resultante de la fermentación de jugos o mieles de caña de azúcar. Se trata de un líquido de pH ácido, con alto contenido de materia orgánica, que, si no se trata adecuadamente, puede ser contaminante. Por tal razón, la Secretaria de Estado de Medio Ambiente de la provincia ha prohibido explícitamente el volcado de vinaza a cursos naturales de agua. Diferente es el caso si se considera que la vinaza es un subproducto con una utilidad que le confiera valor, ya sea para su reutilización en el proceso fabril (ahorro en el consumo de agua industrial), bien para la obtención de subproductos que tengan valor comercial, o aplicándola en suelos agrícolas para aprovechamiento de sus constituyentes.
Más allá de su utilización como fertilizante, el residuo del etanol podría emplearse en la producción de electricidad. El problema radica en que la practica de utilizar vinaza como fertilizante causa un impacto ambiental y desperdicia utilidades potenciales más nobles de este producto, como es el caso, por ejemplo, de la generación de energía eléctrica. La transformación de la vinaza en biogás mediante el empleo de biodigestores podría modificar este panorama.
El biogás está compuesto prioritariamente por metano, además de dióxido de carbono y otros gases en pequeñas cantidades. Luego de un tratamiento adecuado, a ese biogás se lo puede utilizar para la generación de energía eléctrica.[7]
[1] Ministerio de Energía y Minería de la República Argentina: Renewable Energy Argentina. Diciembre 2016.
[2] Industrialización del Litio y Agregado de Valor Local: Informe Tecno-Productivo. Castello y Kloster, 2015. Centro Interdisciplinario de Estudios en Ciencia, Tecnología, e Innovación.
[3] Análisis Espacial del Balance Energético derivado de Biomasa. Ministerio de Energía y Minería, y Ministerio de Agroindustria de la Nación Argentina. 2016.
[4] http://energiasdemipais.educ.ar/fuentes-de-energia-potencial/mapa-de-radiacion-solar/
[5] http://solarproargentina.com/el-recurso-solar-en-el-noroeste-de-la-argentina/
[6] https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/empleorenovable.pdf
[7] http://revistapesquisa.fapesp.br/es/2016/08/02/vinaza-para-generar-energia/