Vinculación Tecnológica

La Comisión de Ciencia y Tecnología tiene por objetivo transformar a Tucumán en el Referente científico tecnológico agroindustrial y de servicios en Argentina mediante un proceso de transferencia tecnológica.

Busca potenciar el desarrollo de productos y servicios de mayor valor agregado, innovadores y sustentables. Desarrollar un modelo industrial competitivo, innovador y diversificado, basado en el conocimiento. Impulsar la investigación y aplicación del desarrollo de innovación tecnológica y disponer de información sobre escenarios futuros

Todo ello a través de un liderazgo que integre los sectores público, privado, educativo y de investigación con visión de largo plazo.

Panorama General

De acuerdo con un informe del Ministerio de Ciencia y Tecnología de Argentina, los escenarios analizados para las próximas décadas muestran una demanda mundial creciente de alimentos de calidad, de energía, de otros bienes de consumo y de servicios para la prevención y remediación de la salud (humana, vegetal, animal) y el ambiente. Estas demandas deberán ser satisfechas de modo sustentable, evitando y/o mitigando los efectos negativos sobre el ambiente y los recursos naturales que ha tenido el desarrollo económico del siglo XX, basado en la economía del petróleo. El calentamiento global y el deterioro sistemático de los recursos naturales aparecen como nuevos desafíos a tener en cuenta en las futuras estrategias de desarrollo económico y social. Mayores demandas sobre los recursos ubican a la tecnología como un factor crítico para los desarrollos futuros.

En este sentido, la biotecnología y otras tecnologías complementarias pueden contribuir de una manera eficiente a la producción sustentable de bienes y servicios de alta calidad y valor agregado en las distintas ramas de la economía, a partir de un nuevo sendero de crecimiento basado en el conocimiento aplicado a la producción de biomasa, a su transformación en productos agroindustriales y al procesamiento de los residuos con un enfoque de economía circular.

Argentina desarrolló, desde los inicios del actual sistema nacional de innovación, tempranas capacidades científicas que fueron un excelente punto de partida de los desarrollos biotecnológicos recientes. A diferencia de lo ocurrido en otros desarrollos industriales “tardíos”, en materia de producción de biotecnológicos, Argentina ingresó tempranamente al conjunto de países líderes. Con tales antecedentes, tres décadas más tarde, en 2014, Argentina contaba con una base empresarial de cierta magnitud, integrada por más de 200 empresas productoras locales de biotecnológicos. Dicho número de firmas ubica a la Argentina entre los 20 primeros países del mundo en número de empresas.

Las prioridades del sector científico no están mayormente orientadas a la producción de innovaciones con uso comercial definido. Se observa escasa inducción hacia lo tecnológico y aún predominan los criterios burocráticos para la evaluación de los proyectos de I+D, más que los resultados concretos en innovaciones.

En la última década creció el número de grupos de I+D que hacen biotecnología, pero en general se trata de grupos de tamaño relativamente pequeño y con dispersión operativa (proyectos pequeños). Esto es una limitación importante en esta materia, dado que para el desarrollo económico basado en la biotecnología, se requieren masas críticas mínimas de RRHH especializados en diversas especialidades.

La mayor parte de las firmas locales son pequeñas. El número de empresas argentinas de dimensiones relevantes en el sector de las biotecnologías es aún limitado.

Se ha observado el limitado conocimiento por parte de las empresas de las potencialidades y áreas de especialización del sistema científico del sector. Si bien se han registrado algunos progresos en los últimos años, persiste una limitada vinculación del sector científico con el sector empresarial. La carencia de una base de datos centralizada de proyectos de I+D en biotecnología, de actualización permanente y de acceso público, limita la cooperación público-privada, e inclusive entre los actores del sistema público.

El crecimiento de la base empresarial sectorial no ha mostrado un dinamismo acorde con las capacidades científicas y tecnológicas en las últimas décadas, debido a un conjunto de factores, entre los que se pueden mencionar los siguientes:

  • Las iniciativas existentes en materia de incubadoras y polos tecnológicos no son de gran significación y han tenido impactos limitados en la creación y desarrollo de empresas.
  • Inexistencia de capital de riesgo para starters biotecnológicos.
  • Se han desarrollado pocos “clusters”.
  • Existen dificultades para acceder a créditos de largo plazo del sistema financiero institucional para I+D+i por parte de las empresas, especialmente las PyME, que sean consistentes con los plazos de maduración de los proyectos biotecnológicos.
  • Carencia de programas de compras gubernamentales para productos y servicios biotecnológicos desarrollados en Argentina por las empresas locales.
  • Contexto macroeconómico inestable, que limita los incentivos para los proyectos de largo plazo de I+D de alta tecnología.

La comprensión del panorama científico-tecnológico-empresarial actual es una tarea de enormes proporciones. Los productos son cada vez más complicados y personalizados, mientras que el tiempo de comercialización se reduce constantemente y los ciclos de vida del producto se contraen. En este contexto, la mejor planificación de la tecnología puede ayudar a afrontar este entorno cada vez más competitivo. Es por ello que se propone complementar las acciones propuestas en el campo de las políticas públicas con la construcción de un mapa de ruta tecnológico, de manera de poder anticipar el desarrollo de los descubrimientos científicos y sus encadenamientos tecnológicos, y asegurar que las decisiones a nivel institucional y político sean convergentes –en tiempo e intensidad– con los mismos.

Un enfoque de este tipo ayudará a generar un consenso sobre un conjunto de necesidades y las tecnologías necesarias para satisfacerlas, y proporciona un mecanismo para ayudar a los expertos a planificar y coordinar los desarrollos tecnológicos, tanto dentro de una empresa como para toda una industria. En este sentido, proporciona información para ayudar a tomar mejores decisiones de inversión en tecnología, a través de la coordinación de las actividades de investigación, y permite identificar las tecnologías críticas o las brechas tecnológicas que deben ser llenadas para cumplir con los objetivos en los distintos sectores.

Tucumán

Los diagnósticos vigentes en la provincia de Tucumán señalan que las Unidades de Vinculación Tecnológica (UVTs) presentan dificultades para llevar a cabo actividades tales como: diagnóstico de problemas y necesidades de nivel tecnológico, contacto con laboratorios del Sistema Científico Tecnológico (SCT) para el relevamiento de la oferta tecnológica, contacto con las empresas del Sistema Productivo (SP) para el relevamiento de la demanda tecnológica, planificación, desarrollo y ejecución de estrategias asociativas con el objetivo de acercar a las partes, etc.

CEPAL elaboró un informe sobre los procesos de desarrollo en Tucumán en el que se incluye como prioridad en la agenda de políticas públicas de la provincia que el SP agregue valor en origen. El agregado de valor no es posible si no se realizan actividades de I+D que permitan innovar y diversificar la producción, por lo que el sector científico cobra especial relevancia.

El Instituto de Desarrollo Productivo de Tucumán (IDEP) tiene como propósito ayudar a las pymes a mejorar su competitividad. Hasta el momento, IDEP cuenta con un profundo estudio de la oferta exportable de la provincia y ya ha analizado las oportunidades de mejora en cada uno de los sectores productivos. Sin embargo, todavía no se ha realizado un diagnóstico tecnológico de las distintas empresas que saque a la luz aquellas demandas tecnológicas que no sean identificables por la propia empresa o por la experticia inherente a la institución.

Existe un convenio Marco entre IDEP y Conicet aunque todavía no se hayan iniciado tareas en conjunto reales al respecto. Por ello, este plan intenta cumplir el primer paso que es la vinculación público-pública antes de abordar la problemática de la desvinculación público-privada, representando una de las primeras alianzas efectivas con fines de diversificación productiva e innovación con aumento de competitividad. Mediante esta alianza público-pública, hipotetizamos que la generación de conocimiento sobre las necesidades tecnológicas del sector productivo de la provincia y la elaboración de informes para dichas instituciones, facilitaría la vinculación para satisfacer una parte de las demandas tecnológicas del SP y aumentando la tasa de transferencia de tecnologías del SCT.

Metas y Objetivos

Sentar las bases de la alianza público-pública IDEP-Conicet con acciones concretas y concertadas de manera de crear un modus operandi de trabajo sistemático que facilite y fluidifique la tarea de vinculación tecnológica entre el SCT y el SP provincial.

Por todo lo mencionado anteriormente, para poder lograr vinculación efectiva entre el SP y el SCT es necesario un diagnóstico tecnológico profundo del SP que permita determinar: visión estratégica y organización, el mercado y los consumidores, tecnologías de producción, comercialización (mercado/producto/servicio), proceso productivo, recursos humanos, finanzas y aspectos económicos, costos, organización, calidad y capacidad de innovación tecnológica de la empresa. En el marco del presente plan se realizará dicho diagnóstico realizando auditorías tecnológicas basadas en la metodología para el diagnóstico tecnológico de pymes (DT-PYMES).

 

Indicadores

El impulso que un gobierno da al desarrollo y difusión de tecnologías y al avance del conocimiento se encuentra fuertemente vinculado con el nivel de crecimiento, con la estructura productiva y con la configuración del empleo y sus posibilidades de inserción internacional a partir de las innovaciones aplicadas en los procesos y productos.